Como podrás haber leído en nuestro post Los cinco principales síntomas de la artrosis, las principales características de la artrosis son el dolor, la inflamación y la dificultad de movimiento. Estos síntomas son los que despiertan en el paciente la necesidad de ir al médico para que pueda diagnosticar qué enfermedad tiene y como puede tratarse. Pero ¿cómo se diagnostica la artrosis?
Las primeras sospechas
En la primera toma de contacto, el médico le hará varias preguntas para saber:
- Edad: Aunque la artrosis suele aparecer a partir de los 45 años, también puede aparecer en pacientes más jóvenes.
- Factores de riesgo: Es imprescindible determinar aquellos factores que hacen a un paciente más propenso a padecer artrosis. Algunos de estos factores son el historial familiar (es decir, todas las enfermedades de carácter hereditario), el tipo de actividad que lleve a cabo el paciente (el tipo de trabajo, los hábitos y la práctica deportiva), si ha sufrido algún golpe o lesión en la zona afectada, si tiene sobrepeso o obesidad, o alguna otra enfermedad reumática (link al post qué provoca la artrosis).
- Tiempo de evolución del dolor: Generalmente el paciente pide ayuda al médico cuando los síntomas persisten unos meses.
- Características del dolor: El dolor tiene distintas características en función de la zona, la causa, la edad, etc. El médico deberá determinar estas características para definir de qué tipo de dolor se trata:
- Cuando el dolor es de características mecánicas aumenta con el movimiento y cede con el reposo.
- Cuando el dolor es inflamatorio, aunque se haga reposo, el dolor persiste. Va siempre acompañado de una inflamación de la zona, que el paciente nota hinchada o incluso entumecida.
- En artrosis avanzada, el dolor puede aparecer incluso cuando el paciente está dormido.
- Artrosis de rodilla: Limitación al andar y sobre todo al subir y bajar escaleras.
- Artrosis de cadera: Problemas para atarse los zapatos.
- Artrosis de manos: Dolor al intentar coger objetos o hacer actividades como la costura.
- Grado de rigidez. Las preguntas del médico también irán dirigidas a saber si el paciente siente agarrotamiento o rigidez en la zona afectada por las mañanas, al despertarse, o tras estar en la misma posición durante mucho rato (por ejemplo, tras estar varias horas sentado en el sofá).
- Grado de afectación. Como hemos comentado en varias ocasiones, la artrosis, en alguna de sus fases, puede llegar a afectar el día a día de los pacientes en sus tareas cotidianas. En las fases iniciales, puede verse reducida su movilidad a causa de la hinchazón y, en casos más avanzados, por la deformidad o el dolor. Según la zona que esté afectada por la artrosis, se producirán unas u otras limitaciones:
En el siguiente post continúa la explicación acerca del diagnóstico de la artrosis.