“El tai-chi es, en sus orígenes, un Arte Marcial. No es ni una terapia ni una medicina que de por si cure ninguna alteración de la salud ni tampoco es una filosofía de vida en sí mismo. Aunque si ahondamos en él, si buscamos su sentido más profundo y lo practicamos con ahínco, nos proporciona múltiples posibilidades de mejorar y mantener nuestra salud y nos brinda un auténtico modo de vida”, nos explica Rodrigo Jarpa, profesor de tai-chi y chi-kung en la Lliga Reumatológica Catalana.
En efecto, esta es una de las actividades que La Lliga ofrece a sus socios. Una vez a la semana, un grupo de 12 personas que padecen alguna enfermedad reumática se reúnen para practicar estas disciplinas que, según Rodrigo Jarpa, nos pueden aportar los siguientes beneficios:
– Equilibrio físico
– Equilibrio mental
– Postura sólida
– Peso del cuerpo bien repartido
– Mejor tolerancia del dolor
– Menor impacto que otros deportes (y por lo tanto menor desgaste articular)
– Estimulación de las articulaciones
– Movilización de los tendones y los músculos
Según Jarpa, el tai-chi y el chi-kung “pueden ayudar al paciente reumático a sobrellevar mejor la enfermedad, a endulzar las articulaciones y, sobre todo, a ganar seguridad a través del movimiento”.
Las clases en La Lliga empiezan con un suave calentamiento y siguen con un poco de chi-kung, centramiento para bajar el ruido mental y finalmente técnicas tai-chi a modo de coreografía y danza. Jarpa nos anima a probarlo y a practicarlo: “Se trata de intentar vencer la propia limitación, de salir de la zona de confort y transformar el dolor en ganas de vivir”.
Para más información, contactar con La Lliga Reumatológica Catalana.