La artrosis, un problema asociado hasta no hace mucho al envejecimiento, a la vida sedentaria y al sobrepeso, está comenzando a detectarse durante los últimos años en personas cada vez más jóvenes, no por obesidad o envejecimiento, sino por una mala práctica deportiva.
Deporte sí, pero de forma adecuada
Correr demasiado, o hacerlo de forma incorrecta (calzado inadecuado, superficie inadecuada, distancias no adecuadas a nuestras condiciones físicas) puede provocar una artrosis prematura, especialmente en las articulaciones de rodilla y cadera. Cada vez hay más personas jóvenes (de alrededor de 40 años) que padecen esta enfermedad. La “moda” del deporte extremo, que lleva a los aficionados a correr maratones o carreras de mayores distancias (ironman, triatlón, etc.) está asociándose a un aumento de la artrosis prematura. El problema no es hacer deporte, que es algo muy saludable y altamente recomendable, sino hacerlo mal o abusar. Nuestras articulaciones se desgastan cuando se practica ejercicio a una intensidad superior a la aconsejable para nuestra complexión física, o cuando se empieza a hacer deporte de repente, después de años de sedentarismo (el llamado “pánico de la edad madura”).
El problema de la artrosis temprana es que es una patología crónica, que va a peor con la edad, con lo que si aparece entre los 40 y los 50 años, podría ser incapacitante a edades también más tempranas. Dado que el cartílago es para toda la vida, y que su capacidad de reparación es limitada, la mejor forma de evitar la artrosis es la prevención.
¿Cómo prevenir la artrosis prematura?
Pautas de entrenamiento adecuadas. Debemos saber parar cuando se presenta un dolor articular, en particular cuando sometemos a nuestro organismo a rutinas de entrenamiento muy intensas. Fortalecer los músculos que soportan las articulaciones también ayudará a prevenir el desgaste.
Equipo adecuado. Un equipo deportivo adecuado (calzado, si vamos a correr, o practicar senderismo) nos protegerá del desgaste articular. Por el contrario, un calzado inadecuado aumentará la tensión y el impacto articular, y por tanto agravará el desgaste.
Una correcta ejecución de la carrera también es importante para evitar daños innecesarios.
Una alimentación equilibrada proveerá a nuestras articulaciones de las vitaminas y minerales necesarios para que nuestro colágeno esté en las mejores condiciones. La vitamina C, el calcio, el potasio o el magnesio no deben faltar en la dieta; también existen complementos alimenticios que protegen nuestras articulaciones y previenen o retrasan la evolución de la artrosis.