El diagnóstico es… artrosis (1ª parte)

El diagnóstico es… artrosis (1ª parte)

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Como podrás haber leído en nuestro post Los cinco principales síntomas de la artrosis, las principales características de la artrosis son el dolor, la inflamación y la dificultad de movimiento. Estos síntomas son los que despiertan en el paciente la necesidad de ir al médico para que pueda diagnosticar qué enfermedad tiene y como puede […]

Como podrás haber leído en nuestro post Los cinco principales síntomas de la artrosis, las principales características de la artrosis son el dolor, la inflamación y la dificultad de movimiento. Estos síntomas son los que despiertan en el paciente la necesidad de ir al médico para que pueda diagnosticar qué enfermedad tiene y como puede tratarse. Pero ¿cómo se diagnostica la artrosis?

 

Las primeras sospechas

En la primera toma de contacto, el médico le hará varias preguntas para saber:

  1. Edad: Aunque la artrosis suele aparecer a partir de los 45 años, también puede aparecer en pacientes más jóvenes.
  2. Factores de riesgo: Es imprescindible determinar aquellos factores que hacen a un paciente más propenso a padecer artrosis. Algunos de estos factores son el historial familiar (es decir, todas las enfermedades de carácter hereditario), el tipo de actividad que lleve a cabo el paciente (el tipo de trabajo, los hábitos y la práctica deportiva), si ha sufrido algún golpe o lesión en la zona afectada, si tiene sobrepeso o obesidad, o alguna otra enfermedad reumática (link al post qué provoca la artrosis).
  3. Tiempo de evolución del dolor: Generalmente el paciente pide ayuda al médico cuando los síntomas persisten unos meses.
  4. Características del dolor: El dolor tiene distintas características en función de la zona, la causa, la edad, etc. El médico deberá determinar estas características para definir de qué tipo de dolor se trata:
  • Cuando el dolor es de características mecánicas aumenta con el movimiento y cede con el reposo.
  • Cuando el dolor es inflamatorio, aunque se haga reposo, el dolor persiste. Va siempre acompañado de una inflamación de la zona, que el paciente nota hinchada o incluso entumecida.
  • En artrosis avanzada, el dolor puede aparecer incluso cuando el paciente está dormido.
  • Artrosis de rodilla: Limitación al andar y sobre todo al subir y bajar escaleras.
  • Artrosis de cadera: Problemas para atarse los zapatos.
  • Artrosis de manos: Dolor al intentar coger objetos o hacer actividades como la costura.
  1. Grado de rigidez. Las preguntas del médico también irán dirigidas a saber si el paciente siente agarrotamiento o rigidez en la zona afectada por las mañanas, al despertarse, o tras estar en la misma posición durante mucho rato (por ejemplo, tras estar varias horas sentado en el sofá).
  2. Grado de afectación. Como hemos comentado en varias ocasiones, la artrosis, en alguna de sus fases, puede llegar a afectar el día a día de los pacientes en sus tareas cotidianas. En las fases iniciales, puede verse reducida su movilidad a causa de la hinchazón y, en casos más avanzados, por la deformidad o el dolor. Según la zona que esté afectada por la artrosis, se producirán unas u otras limitaciones:

En el siguiente post continúa la explicación acerca del diagnóstico de la artrosis.