- Edad: la artrosis aumenta de forma exponencial a partir de los 50 años.
- Sexo: la artrosis afecta sobre todo a mujeres mayores de 50-55 años.
- Genética: la artrosis puede ser también una enfermedad hereditaria. En concreto, la herencia genética en el desarrollo de la artrosis se estima en un 65%.
- Actividad laboral: la repetición de los movimientos articulares puede llevar a largo plazo a la sobrecarga articular, por eso determinadas actividades laborales (peluqueras, albañiles, etc.) pueden beneficiar la aparición de artrosis.
- Actividad física elevada: los deportistas de élite tienen mayor riesgo de desarrollar artrosis.
- Menopausia: la disminución de los niveles de estrógenos que se produce con la llegada de la menopausia es uno de los factores de riesgo para desarrollar artrosis.
- Obesidad: no parece participar en el desarrollo de artrosis, pero sí que puede agravarla en determinadas articulaciones como las rodillas.
- Fracturas: los traumatismos y lesiones pueden ser un factor desencadenante de esta enfermedad.