Cómo afecta psicológicamente una enfermedad crónica en una persona
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Muchas personas han recorrido  un sinfín de especialistas, se han realizado múltiples pruebas, se han medicado y, sin embargo, no han conseguido paliar el dolor y el sufrimiento, ni obtener un diagnóstico claro. Se trata de pacientes con enfermedades crónicas como la artrosis que, sin ser mortales,  presentan un grado elevado de discapacidad y de […]

Muchas personas han recorrido  un sinfín de especialistas, se han realizado múltiples pruebas, se han medicado y, sin embargo, no han conseguido paliar el dolor y el sufrimiento, ni obtener un diagnóstico claro. Se trata de pacientes con enfermedades crónicas como la artrosis que, sin ser mortales,  presentan un grado elevado de discapacidad y de limitaciones para su vida diaria, que tienen como consecuencia la aparición de ansiedad, angustia y desesperación. La tensión y estrés derivado del sufrimiento continuo generan tensión en los músculos, provocando dolor en la persona, por lo que se acaba convirtiendo en un círculo vicioso.

Las emociones

Cuando sentimos dolor, éste capta toda nuestra atención adquiriendo un protagonismo absoluto y repercutiendo negativamente en nuestras emociones. Andrés Martín, experto en mindfulness (conciencia plena o práctica de la autoconciencia) nos explica que “las zonas en las que experimentamos el dolor en el cerebro están junto a aquellas que procesan las emociones, como el miedo, la tristeza o el enfado. Se ha visto que el dolor mantenido durante tiempo afecta a cómo nos sentimos emocionalmente”.

La aceptación del dolor

La terapia psicológica se sitúa entre las terapias más efectivas y que mejores resultados obtiene en personas que sufren enfermedades crónicas. “Lo que nosotros sentimos es sufrimiento y en ese sufrimiento está la sensación física pero también otras partes que tienen que ver con el proceso asociado al dolor”, comenta Martín.

La aceptación del dolor es un gran paso para convivir con el mismo. No se debe luchar contra él ni tampoco resignarse. De este modo se le puede quitar peso al dolor y resulta más fácil convivir con él.

Si quieres saber más información te invitamos a leer este artículo de La Vanguardia, publicado en la web de la Lliga Reumatològica Catalana.