Higiene postural
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Higiene postural

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¿Habéis oído hablar de la higiene postural? Se trata de la postura correcta que debemos adoptar, sobre todo para realizar las tareas de la vida cotidiana. La artrosis se puede asociar a la edad ya que la mayoría de veces aparece tras los 45 años, aunque también puede estar causada por un sobreuso de la […]

¿Habéis oído hablar de la higiene postural? Se trata de la postura correcta que debemos adoptar, sobre todo para realizar las tareas de la vida cotidiana. La artrosis se puede asociar a la edad ya que la mayoría de veces aparece tras los 45 años, aunque también puede estar causada por un sobreuso de la articulación, como puede ser el caso de los deportistas de élite o de quienes trabajan haciendo un movimiento repetitivo.

En todo caso, la aparición de la artrosis se puede retrasar si adoptamos una serie de medidas preventivas como la higiene postural, o dicho de otro modo, la buena costumbre de mantener una postura correcta.

Son de especial importancia dos momentos a los que mayoritariamente dedicamos ocho horas cada día: la hora de dormir y de trabajar.

ergonomia
Imagen de Berkeley Lab, via Wikimedia Commons

En el trabajo, en caso de estar sentados, conviene estar con la espalda erguida y apoyada contra el respaldo, evitando inclinarse hacia adelante y repartiendo bien el peso corporal. Los brazos y las piernas deberían estar en ángulo recto mientras trabajamos en un ordenador, y la pantalla a una altura y distancia correcta. En el caso de trabajar de pie, es recomendable tener un pie más adelantado que el otro, y cambiar la posición frecuentemente, manteniendo la espalda erguida en medida de lo posible. Al levantar peso es conveniente hacerlo con las rodillas flexionadas y la espalda erguida en el caso de cogerlo desde el suelo, y mantener el peso lo más pegado al cuerpo posible.

En cualquiera de estos casos debemos intercalar breves periodos de pausa si queremos evitar la sobrecarga de nuestras articulaciones.

Es de vital importancia que el material con el que trabajamos también esté adaptado a tus características: una silla más o menos dura, pantallas regulables, calzado cómodo… Todo ello influirá en nuestro bienestar tras pasar varias horas trabajando.

Lo mismo sucederá al dormir: un colchón y una almohada adecuados pueden ser de ayuda para mejorar nuestra postura y por tanto para evitar molestias articulares. En ocasiones se puede utilizar una almohada adicional para nivelar las rodillas y mantener las caderas paralelas.