Las inyecciones de ácido hialurónico tienen un doble efecto beneficioso para la artrosis de rodilla
Compartir es vivirFacebookXPinterestEmail

Las inyecciones de ácido hialurónico tienen un doble efecto beneficioso para la artrosis de rodilla

Compartir es vivirFacebookXPinterestEmail
-

Desde hace años se utilizan inyecciones de ácido hialurónico para el tratamiento de la artrosis de rodilla: el ácido hialurónico es un “lubricante” natural que actúa como amortiguador, haciendo que disminuya el dolor provocado por el desgaste articular. No obstante, sus efectos parecen ir más allá del efecto amortiguador: investigadores de los Institutos de Neurociencias […]

Desde hace años se utilizan inyecciones de ácido hialurónico para el tratamiento de la artrosis de rodilla: el ácido hialurónico es un “lubricante” natural que actúa como amortiguador, haciendo que disminuya el dolor provocado por el desgaste articular. No obstante, sus efectos parecen ir más allá del efecto amortiguador: investigadores de los Institutos de Neurociencias y de Biología Molecular y Celular de Alicante han analizado los efectos de las inyecciones de ácido hialurónico, llegando a la conclusión de que el efecto beneficioso del ácido hialurónico es mucho más profundo de lo que se creía.

acido-hialuronicoLos autores de este estudio, publicado en Nature Communications, han analizado el mecanismo de actuación del ácido hialurónico y han llegado a la conclusión de que su efecto no es sólo físico, sino que también actúa a nivel bioquímico: el ácido hialurónico se une a los canales TRPV1, unas moléculas presentes en los nervios de la articulación, reduciendo su actividad, con lo que los nervios que envían señales de dolor al cerebro son menos sensibles a las partículas inflamatorias provocadas por el desgaste articular. Este mecanismo, unido al efecto amortiguador del ácido hialurónico, explicaría el alivio del dolor que experimenta el paciente.

Los canales TRPV1 están recibiendo mucha atención por parte de los científicos que estudian el dolor y sus mecanismos. Estas moléculas tienen un papel importante en todo tipo de procesos dolorosos así como en otras funciones biológicas como por ejemplo la regulación de la temperatura corporal.

En la actualidad se están investigando compuestos que anulen o atenúen su actividad para el tratamiento de diversos tipos de dolor como los provocados por la esclerosis múltiple, la quimioterapia o por la inflamación y desgaste de tejidos dañados, como sería el caso de la artrosis.