Miguel Ángel padecía artrosis, pero mantenerse activo le permitió controlar su progresión
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Miguel Ángel padecía artrosis, pero mantenerse activo le permitió controlar su progresión

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Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), uno de los mayores exponentes del arte renacentista y autor de obras universales como la capilla Sixtina o la Piedad del Vaticano, padecía artrosis en las manos, pero mantenerse en activo le permitió controlar su enfermedad y seguir produciendo escultura y pintura hasta la muy avanzada edad (sobre todo para su […]

davidMiguel Ángel Buonarroti (1475-1564), uno de los mayores exponentes del arte renacentista y autor de obras universales como la capilla Sixtina o la Piedad del Vaticano, padecía artrosis en las manos, pero mantenerse en activo le permitió controlar su enfermedad y seguir produciendo escultura y pintura hasta la muy avanzada edad (sobre todo para su época) de 89 años.

Miguel Ángel padeció en las manos una enfermedad degenerativa y muy dolorosa, que hacia 1552 llegó a impedirle escribir y trabajar con normalidad. También sabemos que padeció cálculos renales, gota y problemas de visión causados por el plomo de sus pinturas, y se ha sugerido que tenía algún tipo de trastorno psicológico (se ha hablado de síndrome de Asperger) debido a sus nulas habilidades sociales y frecuentes cambios de humor.

Hasta ahora se creía que Miguel Ángel padecía de gota o de artritis en las manos. No obstante, expertos en historia del arte y reumatólogos de varias universidades italianas y australianas, tras estudiar las cartas y los escasos retratos que nos han llegado de Buonarroti (tres, dos de ellos pintados en vida del artista) han llegado a la conclusión de que la enfermedad que padecía en las manos era más probablemente artrosis. La artritis cursa con inflamación y en muchas ocasiones se asocia a la aparición de bultos de ácido úrico, pero de las imágenes de las manos de los cuadros no se deduce que hubiera inflamación.

Además, el constante desgaste articular y óseo provocado por años de martillear y cincelar el mármol hace más plausible que padeciera artrosis. Podemos deducir de su correspondencia y de sus retratos que los primeros síntomas aparecieron en 1535 (fecha del primer retrato, con 60 años), y que en 1552 (con 77 años) ya eran incapacitantes. No obstante, Miguel Ángel se mantuvo en activo hasta los 89.

Los reumatólogos participantes en el estudio destacan el hecho de que mantenerse en activo le permitió conservar la funcionalidad de sus manos el mayor tiempo posible: Miguel Ángel padeció artrosis durante al menos 29 años, pero aún así pudo acabar diversas obras, entre ellas el fresco de la conversión de San Pablo y supervisó los trabajos de la basílica de San Pedro de Roma. Pocos días antes de morir estaba trabajando en una piedad, la piedad Rondanini.

Las conclusiones de este estudio se han publicado en el número de enero del Journal of the Royal Society of Medicine.

miguelangel