Afrontar la temporada de esquí sin lesiones
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El frío que ha llegado con el año nuevo es un buen indicador de que la temporada de esquí ha empezado de la mejor manera posible. Las estaciones de esquí están abiertas a todos los públicos, tanto para los que se adentran por primera vez en el mundo de los deportes de invierno como para […]

El frío que ha llegado con el año nuevo es un buen indicador de que la temporada de esquí ha empezado de la mejor manera posible. Las estaciones de esquí están abiertas a todos los públicos, tanto para los que se adentran por primera vez en el mundo de los deportes de invierno como para los expertos bien conocedores de la nieve. Independientemente del nivel de esquí que se tenga, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para evitar las temidas lesiones y empezar el año con mal pie.

Ciertos tipos de lesiones pueden a la larga favorecer la aparición de la artrosis, pero si no padecemos esta enfermedad en nuestros miembros inferiores, el esquí puede ser siempre una buena opción para mantenernos activos durante el invierno, siempre con la debida precaución.

Primero de todo hay que elegir bien les botas de esquí que dependerá de tres factores:

  1. El grado de rigidez de las botas se mide por el índice Flex: “cuanto mayor es el índice, más rígidas serán las botas y, por tanto, mayor control y precisión para el esquiador”. Para una persona principiante, lo aconsejable es un índice Flex 60, más suave, que le permitirá modificar la posición y ejercerá poca resistencia ante la flexión. Una persona experta usará un índice Flex 100 o superior.
  1. La talla de nuestro pie determinará el de la bota, por eso se recomienda medir los centímetros de nuestro pie. Además, es importante llevar unos calcetines específicos y sin costuras que protejan las zonas de mayor presión.
  1. La elección de la horma también es importante porque una que no se ajuste bien puede generar una lesión por compresión en la zona metatarsal y una muy estrecha, compresión en la zona de los dedos produciendo dolor en la zona de la almohadilla plantar o en los juanetes, etc.

Además del equipamiento adecuado para realizar este deporte, no hay que olvidarse del calentamiento y estiramiento del cuerpo antes y después de esquiar. De esta manera se relaja la musculatura, se evitan sobrecargas y alguna posible caída. Las partes del cuerpo que requieren más atención son los gemelos, los cuádriceps, los pies y los tobillos.

Siendo conscientes de que el esquí es un deporte muy técnico y físico y conociendo todosestos aspectos sobre el cuidado del cuerpo para evitar las lesiones, llega el momento de disfrutar de uno de los deportes más bonitos del año y empezar el año con buen pie.esquí