5 aspectos a tener en cuenta al salir a caminar

5 aspectos a tener en cuenta al salir a caminar

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Hacer ejercicios está indicado para las personas con diferentes tipos de artrosis, ya que así se fortalece la musculatura alrededor de la articulación y se mejora la movilidad. Concretamente, caminar es uno de los ejercicios de bajo impacto que más se recomiendan, porque aporta beneficios comprobados tanto para el cuerpo como para la mente. Pero, […]

Hacer ejercicios está indicado para las personas con diferentes tipos de artrosis, ya que así se fortalece la musculatura alrededor de la articulación y se mejora la movilidad. Concretamente, caminar es uno de los ejercicios de bajo impacto que más se recomiendan, porque aporta beneficios comprobados tanto para el cuerpo como para la mente.

Pero, aunque parezca sencillo, es importante tener ciertos aspectos en cuenta antes de salir a caminar, ya que, de lo contrario, las rodillas y/o la cadera podrían resentirse debido a la sobrecarga innecesaria. A continuación, detallaremos cinco aspectos importantes a tener en cuenta para ir a caminar.

  • Calzado. Elegir un buen calzado es en lo primero que hay que pensar y la suela debe adaptarse a la estructura del pie. Las personas con sobrepeso deben utilizar zapatillas deportivas con amortiguación, mientras que aquellas con menos peso requieren unas con más rigidez.
  • Estilo. El estilo de la caminata está condicionado por el tamaño del cuerpo, la postura y el largo de las piernas. La mejor postura para caminar es con la espalda erguida y con una leve inclinación hacia delante. De esta manera se evita sobrecargar la columna y el paseo se hace más ligero.
  • Recorrido. Es preferible elegir un terreno plano y firme con el fin de proteger las articulaciones, sobre todo para las personas que se inicien en este tipo de actividad. Mejor dar paseos por un parque que por el asfalto de la calle o por el paseo marítimo que por la arena de la playa.
  • Ejercicio. Cada uno tiene que encontrar el ritmo con el que se sienta cómodo. Los pasos deben ser moderados, ni muy cortos ni demasiado largos. Con entrenamiento se puede controlar la frecuencia (de dos a cuatro veces por semana) y la intensidad del ejercicio (andar más o menos rápido en el mismo periodo de tiempo).
  • Señales. El dolor después del ejercicio puede indicar que algo va mal, ya sea por una mala postura al caminar o por una sobrecarga. Esto puede ocurrir cuando se realiza en exceso.

Por estas razones siempre se recomienda realizar actividad física de manera moderada y siempre bajo las necesidades de cada uno. Con el tiempo, las articulaciones lo agradecerán.

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