Llega un momento en la vida de la mujer que su cuerpo experimenta uno de los cambios más importantes: la llegada de la menopausia. Este periodo anuncia el final de la época fértil, pero va acompañado de algunos síntomas poco agradables en algunos casos.
Sofocos, alteraciones del sueño, irritabilidad son algunos de los síntomas más comunes durante la menopausia, sin olvidar el aumento del dolor articular.
Recientes estudios han demostrado que los problemas articulares aumentan considerablemente en mujeres de más de 45 años. Y otros también apuntan que más del 80% de las mujeres menopáusicas tienen molestias articulares en España.
Esto podría deberse a los cambios hormonales experimentados durante este período, donde se reducen los niveles de estrógenos, hormonas femeninas relacionadas con el efecto protector del cartílago.
También el sobrepeso tiene un papel clave en este periodo. El exceso de grasa favorece la aceleración del deterioro articular, además de ser un factor de riesgo para desarrollar artrosis. El aumento de la grasa provoca un efecto inflamatorio a través de la acción de una hormona llamada leptina. Esta inflamación afecta a las articulaciones, lo que conlleva dolor y deterioro articular.
De este tema y sus consecuencias nos habló recientemente la doctora Mila Martínez Medina, ginecóloga y obstetra del Hospital Universitario General de Cataluña y vocal de menopausia de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, durante el X Fórum Mujer y Menopausia que tuvo lugar en Madrid.